Este proyecto consiste en la recolección de residuos de alimentos y otros residuos biodegradables, que posteriormente son transformados en compost de alta calidad. Al cerrar el ciclo de producción y consumo, La Ruta Orgánica no solo reduce la cantidad de residuos enviados a los vertederos, sino que también enriquece el suelo y promueve prácticas agrícolas sostenibles en la región. Asimismo, la iniciativa involucra a la comunidad, educando a los ciudadanos sobre la importancia de la separación de residuos y el compostaje.
Este modelo de economía circular desarrollado inició en el marco de una alianza con la Universidad del Valle:
Actualmente, contamos con 200 clientes vinculados a esta línea de negocio, y hemos activado la Ruta Selectiva para procesar 135 toneladas de residuos orgánicos al mes. Este esfuerzo contribuye significativamente a prevenir la generación de lixiviados y la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), al evitar que estos residuos lleguen al relleno sanitario. Al integrar esta estrategia, no solo contribuimos a la reducción del volumen de residuos, sino que promovemos un manejo responsable que favorece la protección del medio ambiente y la salud pública.
Nuestro compromiso con la sostenibilidad está alineado con las mejores prácticas de gestión ambiental, ofreciendo soluciones que optimizan los recursos y minimizan los impactos negativos.